sábado, 11 de diciembre de 2010

Postal desde mi hemisferio

Hola, cómo estás, creo que no es necesario que te diga, que me ha faltado el tiempo, que llevo viviendo unos días sin aire, que no me he olvidado de ti, pero que has estado bastante despistado en mi cabeza, que te has perdido entre alguna neurona, pero has estado ahí. Ahora estoy tomando una taza de leche bien fría hasta arriba aunque tenga guantes y gorro puesto no puedo evitarlo, si la taza no está fría no es taza, bueno, al menos no es mi taza.

Llego tarde, he pinchado la bici, apenas puedo correr y el autobús ya se ha marchado, pero supongo que esperarás un día más, remontar el río y escalar las cordilleras me llevará algún tiempo, pero mientras que pueda seguir escribiéndote, sabrás que sigo vivo, aunque ahora estoy pensando que en algún momento me quedaré sin tinta, tendré demasido frío para trazar finas líneas en un papel y dudo que pueda caber una botella y su corcho en el macuto, está hasta arriba, el viaje es duro y yo no llevo un equipo de grabación con los que fingir las caídas por los desfiladeros, si caigo por una pendiente puedo morir, y yo sé que tú no quieres eso.

Por esto sé que esperarás. También sé que tú no pasas tanto frío como yo, se te da bien encontrar pequeños consuelos, tú alma es tan grande como tu cuerpo y aunque no con tantos recovecos como los pliegues de tu piel ni tantos surcos como los que dibujan tu cara, tiene algunos buenos escondites cálidos en los que acostarte.

Espero no desmayarme en el viaje, espero que te pases el tiempo de espera dejando notas en mi buzón. Significas sacrificio, supongo que sí, va a dolerme, voy a volverme loco, aguantarme las ganas de mirar el reloj y salir corriendo, perdido, voy a estar perdido, escondido más bien. Pianos y violines organizarán partidas de búsqueda para encontrarme, pero puede que me encuentren muerto, dormido, cansado, o peor aún, sin ganas de seguir, ni deseo de provocar su sinfonía.

Los labios morados, la vista perdida.

Toc, toc, divina onomatopeya, sí he llegado, pero cuidado, no quiero que te emociones demasiado, podrías despertarte.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Siempre quise pasarme a las acuarelas.

A veces, y siempre de casualidad encuentro cuentos en cuadernos, en hojas de papel, o tallados en los árboles, intento recordar cuando los escribí, o si fui yo quien lo hizo, siempre hay un rey, un príncipe y un oso que habla, al oso le gusta llevar sombrero, pero el oso no es un bufón, el oso tiene amigos, que le cuentan donde han visto un gran salmón. Los cazadores quieren su piel, el rey quiere su sombrero, y el príncipe solo quiere conversar con el oso del cuento. Trepando por las murallas el hijo del rey saltó al otro lado, el bosque oscuro y siniestro guardaba secretos de pino y abetos, zarpas por el barro desgarraron la calma y el príncipe aventurero llamó esperanzado: oso, gran oso, oso del sombrero, te espero con alforjas llenas de salmorejo, con una gran torta de queso y vino casero.

En este punto el cuento se tuerce arañado por el aburrimiento, sin tinta el autor misterioso, se olvida y juega a los malabarismos.

El príncipe pregunta a las fauces marrones por su destino, quiere conversar sobre vida y futuro. Una semana pasan caminando por bosques del dominio del sombrero cuando, dolor, la dentadura del colosal parlante se enfrenta a un huesecillo quisquilloso, a una espina, a la venganza de su última presa. El príncipe pide ayuda a un joven sapo que chapotea con la lengua del oso. Fuera la espina, fuera el meñique. ¿Un dedo? Pregunta el príncipe. Sí, no debí digerirlo bien cuando te devoré una semana atrás.

Sueños y más sueños, un cuentacuentos se ve atrapado, una mentira feliz, un final triste, una niña de dorados cabellos llora ¿Por qué eres tan malo cuentacuentos? Me pediste un cuento, encontré dos, elegí, el más fácil de arrancar de la corteza agrietada de mi alma.

El cuaderno comenzaba: “Deseo de una madrugada de verano, perseguir a un oso con sombrero por el bosque”.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Es posible, es provisional, es simplemente un título versátil


Tres, dos, uno, comienza a escribir, dispara, acierta, diana, y nada. Cosidérame un lapsus, palabra apartada de mi vocabulario hace tiempo, tabú forzoso, como muchos otros, como las imágenes que sujeto bajo secreto de sumario, es gracioso, que todas esas imágenes y todas esas palabras, sean capaces de sintetizar, cual enzima borracho con ayuda de una o de otra proteína insensible, pelo, uñas, ojos y lo más raro, un aroma, una ensencia vitamínica demoledora.

Hasta qué punto podemos contener la imaginación, los recuerdos, las fantasías, las pesadillas, los rencores... En qué momento el dique estalla y el valle se inunda, arrasando con pueblos y hábitats de inigualable valor biológico. Casi no puedo recordar cuantas cosas olvidé, cuántas otras me inventé, a quién podría pedirle que se asegurara de la pureza mis recuerdos.

A veces recuerdo que encendía un cigarrillo y después se me desvanece a la primera calada, y es que, es cierto, él nunca fumaba. Una mentira contabilizada y posteriormente intencionadamente olvidada, mi vida habrá sido como yo la desee a cada momento. ¿Quién es el dueño de la historia? ¿quién ha patentado el tiempo y el espacio?

Desearía que el tiempo me perdonase durante unos años, que me permitiera quedarme abrazado a él, estático, que me nombrara vagabundo del sueño.

martes, 5 de octubre de 2010

Exprésame en términos matemáticos, en función de π

Mira si es fácil, solo tendrías que coger el coche recorrerte unos cuantos kilómetros, parar en una gosolinera, preguntar, ponerte las gafas de sol y seguir adelante, se haría de noche.

Solo tendrías que llamarme por teléfono, mis ojos distraidos girarían a la izquierda, mi cuerpo seguiría riendo y caminando junto a mis amigos, no, espera me equivoco, porque en ese instante, justo en ese instante, en ese preciso momento mi cuerpo se detendría y mis ojos dejarían de mirarte para empezar a verte, y entre las palabras cercanamente difusas surgiría una pregunta: ¿no llevarás una camisa blanca, unos vaqueros y gafas? ¿y están apollados esos vaqueros en un coche negro?

Solo tendrías que decir "sí el del coche soy yo, monta que nos vamos al cine, y claro que es de dibujos animados".

En un mundo ideal en el que la relatividad de un viaje espacial a la velocidad de la luz pudiese encerrarse dentro de un frasquito de cristal y soltarse para dar rienda suelta a la creatividad de Einstein respecto del tiempo o creatividad de Einstein en función del tiempo, o Einst(t), este pequeño pasaje de mi imaginación se hubiera dado en la realidad tan solo 0,001 s después de escribir en un pequeño posit doblado en cuatro y guardado en la cartera junto a una fotografía sepia: "única condición para tenerme: una película de Pixar".

Después de despejar la incógnita comprobamos que el algoritmo es la estructura más estable al comprobarse que la combinación de letras y números crea un sistema armónico que podemos expresar como el seno o el coseno negativo de la variable que conforma mi razonamiento.

Y es que toda ecuación deja un encantador elemento al azar... a ti.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Huelga general, hervidero de energúmenos


Bonita manera de defender vuestros derechos ¡SALVAJES! Deberíais acabar todos en la cárcel. La libertad de uno acaba donde empieza la de otro... ¿Una huelga en el momento de mayor ruina de las familias? Además de salvajes, ¡TORPES! Me dais verguenza ajena, ¿y se supone que vosotros luchasteis por la instauración de la democracia? Verdaderas guerrillas en las calles de la capital, de la ciudad condal, y Sevilla entre otras muchas... Y lo peor es que seguro que muchos de vosotros, HIPÓCRITAS, sois los que encabezais las manifestaciones por la paz y las marchas en contra de los régimes antidemocráticos. Lo dicho, dais verdadera verguenza.

(En realidad escribí la entrada ayer, obviamente, pero por h o por b, no se publicó).

sábado, 25 de septiembre de 2010

Me sumerjo en otro estilo para refrescar las ideas



Querido nadie hoy decido mandarte un email codificado en la botella a base de cincelar unos y ceros por los motivos que entenderás en breves instantes.
No tengo nada que contarte, pero con el aburrimiento que sí tengo y en cantidades industriales es lo primero que se me ocurre escribir... Esta mañana me han diagsosticado una contractura muscular en la espalda, en la zona lumbar, localizada claramente en la parte derecha, bueno es pasar la mano y se nota perfectamente... Ahora me tomaré el relajante muscular y como apenas tengo que estudiar nada este fin de semana (percíbase la terrible contradicción argumentista o para los de la LOGSE, ironía), me lo pasaré grogi. Además, que ya es el segundo fin de semana que por enfermedad me quedo en casa, es o no es mala suerte, como diría Parménides, es, porque algo que no es pues no es, y si es mala suerte pues es.

El motivo subyacente de este email es el matiz de maduración que aporta el mantener el contacto por correo. La bandeja de entrada no tendría que renegarse a ser una papelera de publicidad, sino una herramienta que debería sobrevivir a los feroces ataques sufridos por las redes sociales y sus consabidos mensajes privados o directos.

Es esta una carta electrónica que sirve como entrada para una red social o intelectual que la convierte en una contradicción en sí misma en cuanto a la que es la razón de su creación pero el libre albedrío que empapa la razón de mi propia creación me otorga estas maravillosas posibilidades.

Que alguien que escribe cartas en una botella luche contra la desaparición del correo electrónico no es contradictorio, es evolución empapada de marginación, he dicho.

Y si buscas una explicación a esto, yo te doy la respuesta, y es que hoy por hoy:

YO, soy yo y mi CONTRACTURA MUSCULAR.

A. Moreno, toque de formalidad, orgullo de autor.

martes, 14 de septiembre de 2010

Cartas a un desconocido


Hola, buenas tardes amigo mío al otro lado del mar, quien quiera que seas tú que recibes mis mensajes en la botella. Ayer comencé el colegio de manera oficial pero es hoy cuando he comenzado las clases, y es que es una costumbre considerar como el primer día aquel en el que te das cuenta de que no recuerdas ni siquiera lo último aprendido en el año anterior. Querido destinatario de estas botellas, (¿algún día nos preguntaremos cómo es posible que el mar siempre sepa dónde debe conducirlas?) necesito tú ayuda, me había acostumbrado a que el tiempo fuera como el oxígeno, un bien despreciado por nuestra incapacidad física para poder imaginar siquiera que pueda escasear en algún momento.

Ahora que lo pienso tú apenas me cuentas nada de ti, y yo quiero saber más, ya deberías de sospechar que es una pequeña droga para mí acumular datos y datos de los demás, igual que apartir de ahora me tendré que conformar con eso, acumular pequeños momentos que escapan de las fauces nunca saciadas de la rutina. Sin embargo tengo el presentimiento, también puedes llamarlo sentimiento absurdo, de que este será un gran año, para empezar tienes que felicitarme porque puedo decir que por una vez en mi cabeza solo habito yo, para continuar debo decir que el libro de historia es mi favorito (en alguna otra ocasión te he comentado que a pesar de mis inclinaciones médicas las humanidades surcan mis ojos con chisporroteos luminiscentes), y para finalizar me ducho todos los días en el absoluto convencimiento de que he desistido de mis intentos de autodestruírme.

Querido nadie, espero tu respuesta, la Virgen de la Mar rezará por nosotros para que las olas acaricien el vidrio y el corcho, que las aguas conserven el mensaje, y la espuma llame a tu puerta.

Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así, aprovecharlo o que pase de largo depende en parte de ti (Joan Manuel Serrat, cantante de la Mar).

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Creación de la paradoja, el engaño, la ilusión, descubrimiento de la idea

Internet es una manera objetiva de conocer a alguien sin preámbulos. Esta sería una bonita definición, bueno al menos una agradable definición para alguien como yo, amante de las definiciones, y de la lógica fría, además de bastante pragmático.

Quiero un trabajo así para mí, busco la medicina como un sabueso después de haber olido el pantalón sucio de un fugado, quiero ese bisturí frío, quiero que la gente se calle bajo una mascarilla y meterme hasta el fondo de sus entrañas, rodeado de sangre hasta las los codos entrelazando la vida de una persona entre mis dedos como los cordones de unas zapatillas. Quiero todos esos libros en mi mente, toda esa sabiduría compactada en miles de reacciones químicas encadenadas, catabolizadas por esos queridos enzimas e infantiles despolarizaciones de la membrana. A veces me siento como un actor o un personaje oscuro de libro con sonrisa delicada.

No creo que sea un buen perfil. Quizás para un psociópata suponga la entrada al cielo del control y la buena vida, pero a la hora de conocer a alguien, esta forma de ser es al mismo tiempo un imán y un repelente de mosquitos, solo los mosquitos modificados genéticamente para aguantarme consiguen evolucionar hasta la categoría de "se acabará perdiendo en mi retorcida e implacable búsqueda" o como yo los llamo, "mis preferiti", los mejores entre todos pero que en las votaciones nunca acaban por ser elegidos. Sin embargo me encanta utilizar la red para tenerlos a todos cerca, es un continuo rechazo y aceptación de oportunidades.

Estas relaciones también están llenas de miedo, miedo a entregar lo que en realidad no existe o mostrar aquello que no soy capaz ni de ver en el espejo, miedo a que me pidan lo que no estoy dispuesto a dar, miedo a ser incapaz de dar lo que quiero regalar. Entrelazado con el miedo como en cualquier otra situación existe un pequeño atisvo de esperanza, esperanza a saber ver más hayá de lo que te quieren mostrar, para encariñarte de a lo que primera vista aborreces o para ser capaz de aborrecer lo que en un primer momento parecía atraerte. Y bueno, después de todo esto nos queda un pequeño elemento más, la fe, que para ser todo lo opuesto al resto de los elementos que me conforman, ocupa varias vértebras del eje central de mi alma. Fe, en que puedo confiar en el sujeto al otro lado de los pixeles, fe en que por el pequeño instante que deje de ser el chico analítico no seré golpeado violentamente contra la realidad.

Me declaro fan de mi conducta individual y social, al tiempo que me flagelo constantemente, incluso cuando mi espalda está en carne viva por mi puñetero modus operandi de psicópata racional que intenta alejarse de emociones que trata de diseccionar para estudiar en pequeñas dosis tratando de que no sean dañinas pero que siempe acaban mezclándose con una química intracorporia excesivamente inestable.

Esta ha sido una pequeña retrospectiva de mi mismo con la excusa de las relaciones vía red. Y es en este punto que econtramos uno de los principales problemas de leer al Hombre Laberinto, nunca sabes cuando acaba el medio y cuando empieza el fin.

jueves, 26 de agosto de 2010

Ejército por la reivindicación de EXTREMADURA, pantanos y bellotas

¿Qué más queremos? En esta tierra que es nuestra y al mismo tiempo tierra de todos, tenemos esos pequeños grandes detalles que hacen a cualquier hombre feliz.

Pero bueno aún existen unos pobres infelices que les gusta ensombrecer el ,amariilo y siempre en lo alto, sol extremeño con sus topicazos de viejos en bocas jóvenes... Paletos, gente del campo nos llaman, alimentadores de cerdos y cultivadores de tomates. Contestemos: ¿Tomates? Claro que cultivamos tomates, con los que avastecemos a toda España y parte de Europa, al igual que pasa con el arroz y el tabaco. ¿Cerdos? Los mejores de la ibérica, las bellotas nacieron de la tierra de Extremadura. Por cierto, ¿de dónde salen muchos de los especialistas que crean riqueza en España? De esta tierra nuestra salpicada de pantanos con historia, leyendas de lobos, buscadores de tesoros en continentes extaños y caminos rodeados de jara y encinas que llevan a las mejores ermitan en las que habitan las Vírgenes más hermosas de la cristiandad.

Sintámonos orgullosos de esta cuna nuestra que está a la sombra de los olivos y a las faldas de Sierra Morena, conquistada bajo los pies de Romanos, ay mi Mérida, y amada por Musulmanes.

Y es que hay algo más bonito que te pregunten de dónde sale ese revoltijo de acentos y risas, y contestar:

... de mi tierra, de EXTREMADURA.


jueves, 19 de agosto de 2010

El espantapájaros mileurista


"Tienes que perdonar estas cosas (con cosas me estaba refiriendo a comentario tras comentario de resentimiento) pero a veces me descubro a mí mismo hablando y comportándome como con él, es decir, como un capullo neurótico que es en lo que me convertí por su culpa, yo pensaba que eso de que hay personas que te marcan, te hacen cicatrices, esas personas que te quedan lisiado no existían, pero parece que sí, y me da tanta rabia que eso me estrope amigos tan "chulos" y que de verdad siento que van a ser buenos para mí como tú".

Estracto de una conversación en la que mi desconfianza se ha retorcido dolorida y asustada, aunque bueno se mantiene tranquila, sabe perfectamente que voy a alimentarla, cuidarla, cerrar sus heridas, limpiar las infecciones y apuntarla a rehabilitación para que esté en plena forma la próxima vez que alguien muestre el más mínimo interés por mis bien alimentadas ojeras (siguen una saludable dieta de noche tras noche de aturdidas horas de contemplación de mí mismo y de las luces pálidas y adormecidas de todas esas posibles "felicidades" que he conseguido ahogar en la bañera).

Necesito un hombre de paja a mi servicio, con sombrero y sonrisa diabólica, con encendido automático que apalée los recuerdos envenenados con cicuta, eso sí, esta vez, nada de contratar a un sin papeles con la paja podrida.

Una nueva conversación:

"Estás aquí", no sacó las manos de los bolsillos.
"Sí, algo ha cambiado", pude asegurarle.
"¿El qué?", noté como me resquebrajaba la manera en que vibraba su voz.
"Yo".

jueves, 12 de agosto de 2010

Lorca ya tuvo su Preciosa y el Aire

Tristeza, nostalgia, no podía escribir, Ismael me ha puesto peor, como se nota que es Serrano del norte, pero por su culpa he comprendido el significado del adjetivo onanista, y es que como dice este conductor de barcas por el lago gris: "dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor".

Desconcierto, oportunismo, oportunista tu presencia, oportuna tu necesidad. Ay Bonito Sur no utilizas guitarra, no utilizas orquesta, pero tu música puede sonar por encima de los soplidos del Lobo Feroz, ¡sopa, sopla! Anda mira, el viento, tres cerditos y una casita de paja.

Alegría, llanto y asesinato de la nostalgia, ay Bonito Sur que sutil es tu arma y que certero tu golpe, explícame como tus pocas palabras se convierten en la crónica de una muerte anunciada.

Locura, sonrisa enfermiza, nervioso espejismo de un posible relato que no podré, no sabré, o no querré terminar. Ay Bonito Sur ¿quieres un abrazo? Róbame unos cuantos, son tuyos, no te los doy, prefiero que me los quites, utiliza la fuerza o emborráchame de ti, pero dame una buena excusa, una genial explicación para las bajas en la armería, que mi engaño no sea descubierto.

Ay Bonito Sur, el duendecillo de mi corazón ha evolucionado, ha sobrevivido a las adversas condiciones de su entorno, ha conseguido reproducirse y ahora una colonia de energúmenos emocionales me patea el miocardio.

Acabaría encontrando el mejor final, pero hoy me estoy enfrentando a una nueva pregunta, qué hay de los momentos sin final, qué hay de la excepción, de la ruptura de la ecuación.

Ay Bonito Sur.

sábado, 7 de agosto de 2010

Si combinas: césped, vino, camisas y fotos...


Espero que el título no haya sido demasiado sutil pero este pequeño fragmento de imaginación está dedicado y es fruto de dos compañeras de viaje, y es que... sin unas buenas zapatillas el trayecto se hace mucho más largo. Un beso a vosotras porque habeis creado esto.


El camino, mi camino, tiene millones de bifurcaciones, como el destino, posibilidades, cosas que fueron o que podrían haber sido, lo que será o lo que posiblemente será... Accidentes geográficos en el horizonte, mesetas, y cordilleras, hay que caminar, hay que escalar...

Mientras camino puedo escuchar voces que me llaman, antiguos compañeros de camino a los que la mochila les pesó demasiado como para seguir mi ritmo y ahora no puedo parar, tengo que superar mi marca, no competimos en la misma liga y bueno este mundo es tan competitivo... cierto, a veces me da por pasarme a otro camino por ofrecer algo de compañía pero eso solo sirve para que todas las zarzas del frondoso bosque rasguen mi piel, y es que ¿para qué volver a una senda abandonada hace tiempo?

El Espíritu Curioso del Afluente del Valle Sediento, me espía detrás de cada matorral, no puede evitar preguntarse dónde he dejado las lágrimas que le ayudaban a desbordarse y dar una vuelta por la zona de marcha de las Rías Chistosas del Norte, divertido saco el tarro donde las guardo y con unas pocas gotas me refresco los pies cansados y doloridos de tanto viaje, el Espíritu no puede evitar sonreírse y hace rodar los cantos rodados a modo de risas, los pájaros que conocen su mudez silban a este viajero cubierto de polvo del camino.

Es el momento, es la hora, colocar una canción dónde el ritmo lo llevan las palmas y echar a correr, montar en un ciervo, saltar en un cóndor, ser el objeto de la curiosidad de un espíritu, escuchar un chiste del norte... ahora no sé por qué pero me quiero quitar el pantalón corto y colocarme un abrigo y bufanda, limpiar los cajones y volverlos a llenar, es que compréndelo, he encontrado mi forma y mi forma es el cambio.


El Conejito de Duracel en su trayecto hasta la cima, en su esfuerzo hasta el final, no arrastraba a nada ni nadie con él, ¿no es cierto? Sin embargo, nunca dejaba que nadie cayese al vacío.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Síntesis sanguinolenta de una breve emoción



El corazón es rojo, rojo sangre, sangre que se sangra, el amor es sangrar y sangrar es hacer un charquito en el que alguien se puede resbalar, acercas tu mano para ayudar a que se levante y caes tú también.

Y es que a veces me dirijo a la gente que como yo cogían las ceras rojas y se sentían como psicópatas, siempre evolucionando de las ceras a los lápices, de los rotuladores a los bolígrafos de tinta sanguinolenta. Supongo que es por esto por lo que las venas y capilares de mis ojos parecen estar en continuo palpitar, incesante, y es que supongo que la tensión del demonio rojo tiene que asomarse al exterior por algún lado.

Sanguinolento, ta. (Del latín sanguinolentus).
1. adj. Que echa sangre.
2. adj. Mezclado con sangre.
3. adj. Dicho especialmente de los ojos: que tienen las venas y los capilares muy rojos.

lunes, 2 de agosto de 2010

Un cuarto de vida protegido en un castillo, ¿y ahora qué?

Estaba yo esta mañana haciendo de personita responsable sacando a los perros y alegrándoles un poquito la mañana, ellos me alegran a mí la vida así que supongo que el trato es justo, y bueno me he puesto a pensar. Mi mente se ha retirado hacia mi interior para estar más cómoda con el aire acondicionado centralizado que me han instalado los mecánicos del Inspector Gadget. Protegida del calor ha conseguido que pasen por mis ojos imágenes de personas y lugares que sabía que no podían estar en ese camino polvoriento corriendo junto a los perros, solo han pasado treinta segundos antes de que las imágenes cobraran sentido: el año que viene me graduo.

Cómo será estudiar sin ella al lado o cómo será estudiar con ella al lado pero temarios diferentes, cómo será no tener a nadie con quién reírme de todas las desgracias que nos rodean, cómo será tener al karma, de pelo negro y ojos marrón oscuro rodeados de blanco leche entera, a un lado y sin el poder cómico de las casualidades.

Dejar atrás el castillo en el que he vivido más tiempo que en mi casa. Ir olvidando poco a poco a las profesoras de magia con batas blancas, a los brujos expertos en escobas voladoras siempre en chandal, a los grandes maestros de las artes místicas con las cruces de colores y las guitarras maltratadas por los jóvenes aprendices tan pequeños como granos de mostaza que están en tí en mí y en todos mis hermanos, y cómo de duro será olvidar las caras de esos semimagos dedicados a recoger toda esa basura de golosinas y recortes de cartulinas encantadas que suponen la primera sonrisa que puedes encontrar al acceder a los grandes torreones y pasillos prohibidos.

Estaba yo esta mañana pensando y me dí cuenta de cuanto, cuanto, cuanto quiero a todas esas personas que me rodean y es que por qué no, si lo más fácil es estar siempre aquí dispuesto a alegraros el día.

sábado, 31 de julio de 2010

Puñetera borracha


Mi musa es una alcohólica, y cuando vuelve del bar siempre me mira y mientras que pasa a mi lado dándome la espalda dice con el tono que utiliza un yonki que sabe de su problema: “yo me lo guiso yo me lo como”. Está tan derrotada y al mismo tiempo tan llena de vida, me da miedo tenerla cerca porque siento que voy a matarla en cualquier momento, es decir, se supone que cuando está cerca mi cuerpo y mi alma la exprimen como una naranja perfecta y fresca, me alimento de su jugo. Sé que le encanta, bueno ha sido creada para ello, pero me aterroriza que cada suspiro de placer se convierta en la última exhalación de su perfecto e inmaterial cuerpo.

¿Cuánto tiempo te has pasado borracha? Deja de ahogar mi inspiración en veneno on the rocks, es mía, y tú tienes que dármela, te has ido de viaje por otros mundos y me has quedado huérfano y más solo que el piano que adopté del basurero, aún así, corrígeme si me equivoco, ¿lo has hecho por mí? ¿te has ido para dejarme vivir?

Ahora te pienso hacer volver a la fuerza, y te voy a encadenar a mí hasta que todo vuelva a su lugar, solo que en esta ocasión de la frase, más desgastada que la mismísima masturbación, “YO, soy yo y mis circunstancias,” vas a dejar de ser “YO, soy yo” y vas a pasar a ser una más de las “circunstancias”.


Hay un hombre aferrado a un piano, la emoción empapada en alcohol, y una voz que le dice: "pareces cansado, y aún no ha salido ni el sol".


¿Inteligencia? artificial

Cansancio, que palabra tan fatigosa y agotadora, cansancio... y es que estar de reformas es lo que tiene, cansa mucho, y bueno no hablemos de recoger todo después con la que se forma: he remodelado el blog para adaptarlo a esta nueva etapa. Una vez que el blog se convierte en una extensión de ti mismo cuesta añadir más tatuajes a la piel y aún más utilizar láser para borrarlos, con lo que duele.

Es terapéutico borrar archivos del ordenador, alguna vez os habeis dado cuenta de la cantidad de "basura emocional" que guardamos en miles y miles de bytes en distintos rinconcitos del disco, nos aferramos a esos pedazos de memoria como a salvavidas, algunos de esos salvavidas son arrastrados por las corrientes hasta islas desiertas donde revivir nuestros mejores momentos otros sin embargo se acaban convirtiendo en trozos de madera de nuestros naufragios sentimentales, y bueno... todo el mundo sabe como acabó Di Caprio agarrándose a un trozo de madera.

jueves, 29 de julio de 2010

Última entrada: el 9 de sptiembre del 2009, madre mía


Mirad fíjamente el título de esta mi nueva entrada, porque siendo sincero me he quedado realmente impresionado, desde el 9 de septiembre del 2009 que no escribo... eso sí, dejé un buen ejercicio de compresión o más bien un ejercicio de fuerza de voluntad para dejar de utilizar la mente y que pudieseis pensar como lo hago yo, pensar con ritmo, espero que lo consiguieseis con esa última gran paranoia de entrada.

Siento miedo, o quizás sean remordimientos, no creo que pueda volver a ser seguido con entusiasmo después de este abandono sin previo aviso, pero bueno después de leerme tanto creo que cierta idea de mi tendencia al adjetivo caótico habreis conseguido captar.

¿Lograré volver a mi rutina de escribir, vivir y escribir? Lo dejé precisamente para poder vivir, y ahora estoy a punto de reventar por todas estas ideas que se agolpan en cada una de mis fibras nerviosas luchando por unirse a los vasos sanguíneos y así siendo regadas por fuente de vida volar por el teclado hasta vosotros y de paso construír un par de nervios...

Elijo una imagen genial e inteligente.
¿Recordaré qué etiquetas tengo que poner?