sábado, 31 de julio de 2010

Puñetera borracha


Mi musa es una alcohólica, y cuando vuelve del bar siempre me mira y mientras que pasa a mi lado dándome la espalda dice con el tono que utiliza un yonki que sabe de su problema: “yo me lo guiso yo me lo como”. Está tan derrotada y al mismo tiempo tan llena de vida, me da miedo tenerla cerca porque siento que voy a matarla en cualquier momento, es decir, se supone que cuando está cerca mi cuerpo y mi alma la exprimen como una naranja perfecta y fresca, me alimento de su jugo. Sé que le encanta, bueno ha sido creada para ello, pero me aterroriza que cada suspiro de placer se convierta en la última exhalación de su perfecto e inmaterial cuerpo.

¿Cuánto tiempo te has pasado borracha? Deja de ahogar mi inspiración en veneno on the rocks, es mía, y tú tienes que dármela, te has ido de viaje por otros mundos y me has quedado huérfano y más solo que el piano que adopté del basurero, aún así, corrígeme si me equivoco, ¿lo has hecho por mí? ¿te has ido para dejarme vivir?

Ahora te pienso hacer volver a la fuerza, y te voy a encadenar a mí hasta que todo vuelva a su lugar, solo que en esta ocasión de la frase, más desgastada que la mismísima masturbación, “YO, soy yo y mis circunstancias,” vas a dejar de ser “YO, soy yo” y vas a pasar a ser una más de las “circunstancias”.


Hay un hombre aferrado a un piano, la emoción empapada en alcohol, y una voz que le dice: "pareces cansado, y aún no ha salido ni el sol".


¿Inteligencia? artificial

Cansancio, que palabra tan fatigosa y agotadora, cansancio... y es que estar de reformas es lo que tiene, cansa mucho, y bueno no hablemos de recoger todo después con la que se forma: he remodelado el blog para adaptarlo a esta nueva etapa. Una vez que el blog se convierte en una extensión de ti mismo cuesta añadir más tatuajes a la piel y aún más utilizar láser para borrarlos, con lo que duele.

Es terapéutico borrar archivos del ordenador, alguna vez os habeis dado cuenta de la cantidad de "basura emocional" que guardamos en miles y miles de bytes en distintos rinconcitos del disco, nos aferramos a esos pedazos de memoria como a salvavidas, algunos de esos salvavidas son arrastrados por las corrientes hasta islas desiertas donde revivir nuestros mejores momentos otros sin embargo se acaban convirtiendo en trozos de madera de nuestros naufragios sentimentales, y bueno... todo el mundo sabe como acabó Di Caprio agarrándose a un trozo de madera.

jueves, 29 de julio de 2010

Última entrada: el 9 de sptiembre del 2009, madre mía


Mirad fíjamente el título de esta mi nueva entrada, porque siendo sincero me he quedado realmente impresionado, desde el 9 de septiembre del 2009 que no escribo... eso sí, dejé un buen ejercicio de compresión o más bien un ejercicio de fuerza de voluntad para dejar de utilizar la mente y que pudieseis pensar como lo hago yo, pensar con ritmo, espero que lo consiguieseis con esa última gran paranoia de entrada.

Siento miedo, o quizás sean remordimientos, no creo que pueda volver a ser seguido con entusiasmo después de este abandono sin previo aviso, pero bueno después de leerme tanto creo que cierta idea de mi tendencia al adjetivo caótico habreis conseguido captar.

¿Lograré volver a mi rutina de escribir, vivir y escribir? Lo dejé precisamente para poder vivir, y ahora estoy a punto de reventar por todas estas ideas que se agolpan en cada una de mis fibras nerviosas luchando por unirse a los vasos sanguíneos y así siendo regadas por fuente de vida volar por el teclado hasta vosotros y de paso construír un par de nervios...

Elijo una imagen genial e inteligente.
¿Recordaré qué etiquetas tengo que poner?