jueves, 26 de agosto de 2010

Ejército por la reivindicación de EXTREMADURA, pantanos y bellotas

¿Qué más queremos? En esta tierra que es nuestra y al mismo tiempo tierra de todos, tenemos esos pequeños grandes detalles que hacen a cualquier hombre feliz.

Pero bueno aún existen unos pobres infelices que les gusta ensombrecer el ,amariilo y siempre en lo alto, sol extremeño con sus topicazos de viejos en bocas jóvenes... Paletos, gente del campo nos llaman, alimentadores de cerdos y cultivadores de tomates. Contestemos: ¿Tomates? Claro que cultivamos tomates, con los que avastecemos a toda España y parte de Europa, al igual que pasa con el arroz y el tabaco. ¿Cerdos? Los mejores de la ibérica, las bellotas nacieron de la tierra de Extremadura. Por cierto, ¿de dónde salen muchos de los especialistas que crean riqueza en España? De esta tierra nuestra salpicada de pantanos con historia, leyendas de lobos, buscadores de tesoros en continentes extaños y caminos rodeados de jara y encinas que llevan a las mejores ermitan en las que habitan las Vírgenes más hermosas de la cristiandad.

Sintámonos orgullosos de esta cuna nuestra que está a la sombra de los olivos y a las faldas de Sierra Morena, conquistada bajo los pies de Romanos, ay mi Mérida, y amada por Musulmanes.

Y es que hay algo más bonito que te pregunten de dónde sale ese revoltijo de acentos y risas, y contestar:

... de mi tierra, de EXTREMADURA.


jueves, 19 de agosto de 2010

El espantapájaros mileurista


"Tienes que perdonar estas cosas (con cosas me estaba refiriendo a comentario tras comentario de resentimiento) pero a veces me descubro a mí mismo hablando y comportándome como con él, es decir, como un capullo neurótico que es en lo que me convertí por su culpa, yo pensaba que eso de que hay personas que te marcan, te hacen cicatrices, esas personas que te quedan lisiado no existían, pero parece que sí, y me da tanta rabia que eso me estrope amigos tan "chulos" y que de verdad siento que van a ser buenos para mí como tú".

Estracto de una conversación en la que mi desconfianza se ha retorcido dolorida y asustada, aunque bueno se mantiene tranquila, sabe perfectamente que voy a alimentarla, cuidarla, cerrar sus heridas, limpiar las infecciones y apuntarla a rehabilitación para que esté en plena forma la próxima vez que alguien muestre el más mínimo interés por mis bien alimentadas ojeras (siguen una saludable dieta de noche tras noche de aturdidas horas de contemplación de mí mismo y de las luces pálidas y adormecidas de todas esas posibles "felicidades" que he conseguido ahogar en la bañera).

Necesito un hombre de paja a mi servicio, con sombrero y sonrisa diabólica, con encendido automático que apalée los recuerdos envenenados con cicuta, eso sí, esta vez, nada de contratar a un sin papeles con la paja podrida.

Una nueva conversación:

"Estás aquí", no sacó las manos de los bolsillos.
"Sí, algo ha cambiado", pude asegurarle.
"¿El qué?", noté como me resquebrajaba la manera en que vibraba su voz.
"Yo".

jueves, 12 de agosto de 2010

Lorca ya tuvo su Preciosa y el Aire

Tristeza, nostalgia, no podía escribir, Ismael me ha puesto peor, como se nota que es Serrano del norte, pero por su culpa he comprendido el significado del adjetivo onanista, y es que como dice este conductor de barcas por el lago gris: "dudo que nada me satisfaga mejor que un servidor".

Desconcierto, oportunismo, oportunista tu presencia, oportuna tu necesidad. Ay Bonito Sur no utilizas guitarra, no utilizas orquesta, pero tu música puede sonar por encima de los soplidos del Lobo Feroz, ¡sopa, sopla! Anda mira, el viento, tres cerditos y una casita de paja.

Alegría, llanto y asesinato de la nostalgia, ay Bonito Sur que sutil es tu arma y que certero tu golpe, explícame como tus pocas palabras se convierten en la crónica de una muerte anunciada.

Locura, sonrisa enfermiza, nervioso espejismo de un posible relato que no podré, no sabré, o no querré terminar. Ay Bonito Sur ¿quieres un abrazo? Róbame unos cuantos, son tuyos, no te los doy, prefiero que me los quites, utiliza la fuerza o emborráchame de ti, pero dame una buena excusa, una genial explicación para las bajas en la armería, que mi engaño no sea descubierto.

Ay Bonito Sur, el duendecillo de mi corazón ha evolucionado, ha sobrevivido a las adversas condiciones de su entorno, ha conseguido reproducirse y ahora una colonia de energúmenos emocionales me patea el miocardio.

Acabaría encontrando el mejor final, pero hoy me estoy enfrentando a una nueva pregunta, qué hay de los momentos sin final, qué hay de la excepción, de la ruptura de la ecuación.

Ay Bonito Sur.

sábado, 7 de agosto de 2010

Si combinas: césped, vino, camisas y fotos...


Espero que el título no haya sido demasiado sutil pero este pequeño fragmento de imaginación está dedicado y es fruto de dos compañeras de viaje, y es que... sin unas buenas zapatillas el trayecto se hace mucho más largo. Un beso a vosotras porque habeis creado esto.


El camino, mi camino, tiene millones de bifurcaciones, como el destino, posibilidades, cosas que fueron o que podrían haber sido, lo que será o lo que posiblemente será... Accidentes geográficos en el horizonte, mesetas, y cordilleras, hay que caminar, hay que escalar...

Mientras camino puedo escuchar voces que me llaman, antiguos compañeros de camino a los que la mochila les pesó demasiado como para seguir mi ritmo y ahora no puedo parar, tengo que superar mi marca, no competimos en la misma liga y bueno este mundo es tan competitivo... cierto, a veces me da por pasarme a otro camino por ofrecer algo de compañía pero eso solo sirve para que todas las zarzas del frondoso bosque rasguen mi piel, y es que ¿para qué volver a una senda abandonada hace tiempo?

El Espíritu Curioso del Afluente del Valle Sediento, me espía detrás de cada matorral, no puede evitar preguntarse dónde he dejado las lágrimas que le ayudaban a desbordarse y dar una vuelta por la zona de marcha de las Rías Chistosas del Norte, divertido saco el tarro donde las guardo y con unas pocas gotas me refresco los pies cansados y doloridos de tanto viaje, el Espíritu no puede evitar sonreírse y hace rodar los cantos rodados a modo de risas, los pájaros que conocen su mudez silban a este viajero cubierto de polvo del camino.

Es el momento, es la hora, colocar una canción dónde el ritmo lo llevan las palmas y echar a correr, montar en un ciervo, saltar en un cóndor, ser el objeto de la curiosidad de un espíritu, escuchar un chiste del norte... ahora no sé por qué pero me quiero quitar el pantalón corto y colocarme un abrigo y bufanda, limpiar los cajones y volverlos a llenar, es que compréndelo, he encontrado mi forma y mi forma es el cambio.


El Conejito de Duracel en su trayecto hasta la cima, en su esfuerzo hasta el final, no arrastraba a nada ni nadie con él, ¿no es cierto? Sin embargo, nunca dejaba que nadie cayese al vacío.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Síntesis sanguinolenta de una breve emoción



El corazón es rojo, rojo sangre, sangre que se sangra, el amor es sangrar y sangrar es hacer un charquito en el que alguien se puede resbalar, acercas tu mano para ayudar a que se levante y caes tú también.

Y es que a veces me dirijo a la gente que como yo cogían las ceras rojas y se sentían como psicópatas, siempre evolucionando de las ceras a los lápices, de los rotuladores a los bolígrafos de tinta sanguinolenta. Supongo que es por esto por lo que las venas y capilares de mis ojos parecen estar en continuo palpitar, incesante, y es que supongo que la tensión del demonio rojo tiene que asomarse al exterior por algún lado.

Sanguinolento, ta. (Del latín sanguinolentus).
1. adj. Que echa sangre.
2. adj. Mezclado con sangre.
3. adj. Dicho especialmente de los ojos: que tienen las venas y los capilares muy rojos.

lunes, 2 de agosto de 2010

Un cuarto de vida protegido en un castillo, ¿y ahora qué?

Estaba yo esta mañana haciendo de personita responsable sacando a los perros y alegrándoles un poquito la mañana, ellos me alegran a mí la vida así que supongo que el trato es justo, y bueno me he puesto a pensar. Mi mente se ha retirado hacia mi interior para estar más cómoda con el aire acondicionado centralizado que me han instalado los mecánicos del Inspector Gadget. Protegida del calor ha conseguido que pasen por mis ojos imágenes de personas y lugares que sabía que no podían estar en ese camino polvoriento corriendo junto a los perros, solo han pasado treinta segundos antes de que las imágenes cobraran sentido: el año que viene me graduo.

Cómo será estudiar sin ella al lado o cómo será estudiar con ella al lado pero temarios diferentes, cómo será no tener a nadie con quién reírme de todas las desgracias que nos rodean, cómo será tener al karma, de pelo negro y ojos marrón oscuro rodeados de blanco leche entera, a un lado y sin el poder cómico de las casualidades.

Dejar atrás el castillo en el que he vivido más tiempo que en mi casa. Ir olvidando poco a poco a las profesoras de magia con batas blancas, a los brujos expertos en escobas voladoras siempre en chandal, a los grandes maestros de las artes místicas con las cruces de colores y las guitarras maltratadas por los jóvenes aprendices tan pequeños como granos de mostaza que están en tí en mí y en todos mis hermanos, y cómo de duro será olvidar las caras de esos semimagos dedicados a recoger toda esa basura de golosinas y recortes de cartulinas encantadas que suponen la primera sonrisa que puedes encontrar al acceder a los grandes torreones y pasillos prohibidos.

Estaba yo esta mañana pensando y me dí cuenta de cuanto, cuanto, cuanto quiero a todas esas personas que me rodean y es que por qué no, si lo más fácil es estar siempre aquí dispuesto a alegraros el día.